martes, 27 de septiembre de 2011

AGUAS TRANQUILAS.

Atardecer actual en el río Tera.


         Aún recuerdo los atardeceres a las orillas del río Tera en su curso medio-bajo a finales de la primavera y durante todo el verano. Recuerdo las puestas del sol y el color dorado resplandeciendo en sus aguas que parecían tomar vida con el bullicio y movimiento en la superficie de sus habitantes: bogas, truchas, barbos, escallos , etc. Sus orillas limpias, sin maleza, mimbreras o támaras, sus aguas transparentes, limpias y puras. Era un rio vivo, eran otros tiempos. Por aquellos la pesca en cualquiera de sus modalidades era una gozada.
        Los tiempos cambiaron, quizás demasiado rápido, y con el progreso llegaron los vertidos de los pueblos al rio por medio de los desagües, en los cuales se mezclan todo tipo de sustancias y compuestos químicos: desatascadores, jabones, lejías, etc. todos muy peligrosos para las aguas y los seres que habitan en ellas. Unos actúan como abono ayudando a la flora como los limos a proliferar e invadir todo el lecho del río. Estos absorben mucho oxigeno del agua sin el cual la pesca no sobrevive. Otros actúan como venenos provocando la muerte de muchas especies que habitan las aguas así como su alimento. También los herbicidas que con las lluvias son arrastrados al río afectan a las aguas.
         Otras causas de la desaparición de la pesca han sido la introducción de especies no pertenecientes al entorno y su rápida adaptación al medio. Algunas de esas especies fueron el lucio, gran depredador en su dieta de abundante cantidad de peces como truchas, bogas, barbos, etc., el Black Bass también depredador y después la perca sol. También el cangrejo americano, el cual parece no haber causado tanto daño como otras especies, ya que solo ha afectado a sus congéneres: los cangrejos autóctonos.
          Por otro lado tenemos la cigüeña, que no sé si es una plaga o una invasión. Su proliferación es abundante, se pueden contar bandos en algunas tierras recién aradas de 40 y más individuos. Sus nidos en las torres eléctricas diez, quince y a veces hasta más seguidos. Fácil la cuenta a dos polluelos por nido cada año etc.  Si el organismo responsable no toma medidas pronto no se qué va a pasar porque es un animal que causa daños tanto en tierra como en agua. En tierra acaba con nidadas, con polluelos de perdiz y codorniz, de los cuales quedan muy pocos ejemplares … En el agua su alimento son los cangrejos, las ranas y algunos pececillos de los cuales cada vez menos quedan.
         Por último, otra gran ocupación es el visón. Este pequeño mamífero se encuentra en todos los lugares donde haya algo de agua: ríos, regatos, lagunas... atacando a toda su fauna, de la cual en los tiempos que estamos es difícil de contemplar algún animalito en su medio: cangrejos, barbos, etc... Estos cada vez más difíciles son de encontrar porque yo creo que en los dos últimos años se ha cuadriplicado su número. Raramente también se puede contemplar alguna nutria que otra porque su número es muy bajo.
         Otra causa de la desaparición de la pesca son las presas hidroeléctricas, pero este tema lo dejamos para otro día. Espero que se tomen pronto algunas medidas por los organismos correspondientes controlando las especies invasoras, instalando depuradoras, algunos filtros… antes de que sea demasiado tarde para salvar nuestros ríos y su fauna.

otras realistas para la pesca

                                                                          Hormigas.


                                                                              Mariquita.


                                                                 Escarabajo de agua.

Imitación de efémera.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Atado paso a paso de un ratón hecho con pelo de ciervo.



 Materiales:
-Anzuelo del 4 o 6.
-Pelo de ciervo.
-Cuero.
-Epoxi.
-Hilo de atar.


 Primero cortamos una tira de cuero y lo sujetamos
a la parte de atrás del anzuelo para hacer la cola, seguidamente atamos
 un trozo de nailon de 0.50 que servirá de quita algas.

 Cortamos un mechón de pelo de ciervo no muy grande
 y sin soltarlo lo sujetamos encima del cuero.

 Seguimos cortando mechones de pelo
 y atándolos de la forma siguiente.

 Lo colocamos encima del anzuelo,
le damos tres vueltas flojas y después ya
 lo apretamos para que se reparta bien.

 Cortamos de un trozo de cuero las orejas
 más o menos adaptadas al tamaño.

 Y las sujetamos cuando queden
 más o menos 6 o 7 mm para llegar a la punta.

 Seguimos con el pelo de ciervo hasta el final del
 todo y empezamos a darle forma con unas tijeras.

De que le hemos dado forma, cortamos tres
 o cuatro fibras de pelo negro y le ponemos
 los bigotes. Después, con una gota de poxi
le hacemos los ojos, se los pintamos de negro,
 y ya tenemos nuestro ratoncito acabado.